domingo, 28 de julio de 2013

Del Amor Eterno

Justo pensando en lo "mal" que la he pasado ultimamente --pura mierda-- me encuentro con una genial respuesta de uno de los cientificos mas renombrados del planeta en cuanto al estudio del cerebro se trata. y hablo del doctor Rodolfo Llinas, Colombiano y tal vez uno de los premios Nobel que se vienen en el area de la medicina a nuestro bello país. este señor, retumbante entre los rimbombantes a la pregunta ¿Y el amor eterno? responde.
 
¿Y el amor eterno?
Ese es de inteligentes que estructuran y modulan los patrones de acción fijos sobre la base de ver al otro como la mano de uno. Cuidarla es mi responsabilidad y viceversa. Saber que no habrá puñalada trapera es la norma. ¡Nunca, primero me matan tres veces! Esa es la clave neuronal del amor eterno, la que mantiene el estado funcional activo y bloquea cualquier cosa que le sea contraria.  
Es una calidad de estado mental. Si se entiende no hay otra posibilidad que amar al otro; en cambio, querer acostarse con otro y pasarla rico no es amor. Amor es compromiso y cerebralmente está en el cerebro truhán. Uno no se enamora de una mujer porque tiene unas tetas buenísimas, uno se enamora de su cerebro, porque con él se interactúa y se avanza, con las tetas no.

Amar es cerebralmente un baile y hay que bailar con el que pueda danzar con el cerebro de uno. Amar es bailar, no hacer gimnasia. Encontrar eso es muy difícil; hallarlo es un tesoro.


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