Chakana V
La tarde azul, mercuria y cálida, con sabor a cerveza y al calor
pesado del valle entre las cañas, su mirada y su conversación amigable pero
distante. Su cabello moviéndose y siendo atraído por la gravedad imbatible de
ese modo tan elegante y sensual… no hace 3 años que la vi en estas mismas
tierras antes del fin, y ahora que la vuelvo a ver, detesto aún más como se
comprimen mis entrañas cada vez que me abstengo de robarle un beso, pero si ese
trozo de mí no miente, a su mente le encanta escuchar mis cuasi semi maullidos
y a veces, hasta despiertan esa bella sonrisa en su rostro.
Es posible que no me entiendan, que no entiendan como es que
quiero decirle que si bien después de tanto nos volvemos a ver, incompletos,
inconclusos y amigos el uno del otro por un pequeño momento, escapando a nuestro
pasado y a nuestros presentes, aún sigo pensando en ti de mil formas distintas.
Que no sé, ni me importa si el último respiro de un viejo embrujo,
si por azar, gusto de Dioses o demonios, pero hoy nos volvimos a ver, y
mientras te veo y disfruto de tú simple y cercana presencia, escribo en esta
pequeña mesa estas palabras que ni siquiera sé si querrás leer.
La cuestión es que no sabes (o saben?) cuánto disfruto aquí,
escribiendo simplemente mientras sigues con tu rutina frente a mis ojos,
mientras te guardas tras tus lentes, tras tu sonrisa encantadora, tras esa
chakana presente en tu pecho.
No sabes lo feliz que he sido este día, y
hasta este momento. No sabes que tan hermoso fue verte después de tantos años
recién despierta, intentando abrir los ojos y recibirme con ese abrazo que
tanto había esperado por recibir, verte reír, recoger tantos pasos, abrazar de
nuevo a aquella almohada extraña como
nunca he visto, y el sentirte extrañar con tanta nostalgia ese calor remanente,
no sé si mío, no sé si de alguien más.
Me encanta pensar que aún podremos vivir
una historia compartida, no como la he deseado, pero sí una gran aventura,
sueño despierto que el anhelo de mis tardes, el sueño de mis noches, se hará
realidad y podré vivir un instante de mi vida a tu lado.
La verdad señores, es muy posible que no
me entiendan, lo sé, porque eso de intentar recuperar un amor tan marchito
puede ser una victoria pírrica, porque es misión imposible, cosa de mundos utópicos
¿y eso importa?
La verdad, que importa el sacrificio si
puedo ver los contornos de su rostro aunque sea un momento?
Tal vez un pasaje, un dia, un momento,
este momento, hayan sido la mejor inversión de mi vida.
Comentarios